miércoles, 30 de diciembre de 2009

Axel Honneth / Reificación




Reseña del autor
Axel Honneth (1949, Essen, Alemania)

• Filósofo y sociólogo alemán.

• Estudió en Bonn y Bochum, y continuó su carrera académica en la Universidad Libre de Berlín. Realizó su doctorado en el Instituto Max Planck de Múnich bajo la dirección de Jürgen Habermas, antes de trasladarse a la Universidad de Frankfurt, donde enseña filosofía social.

• Desde 2001 es director del Instituto de Investigaciones Sociales, más conocido como la Escuela de Frankfurt.

• En el campo de la filosofía social y práctica, Honneth está actualmente asociado con el proyecto de revitalizar la teoría crítica por medio de una teoría del reconocimiento recíproco, cuyo primer bosquejo fue esbozado en su obra La lucha por el reconocimiento (edición original alemana de 1992, traducción al castellano de 1997).
• El trabajo de Honneth consiste en articular la dimensión descriptiva de una teoría del reconocimiento con la descripción prescriptiva de una teoría moral. Para ello, se apoya en la premisa antropológica según la cual « el hombre solamente es hombre entre los hombres » (Fichte), es decir que la relación práctica consigo se constituye en una relación con el otro.

Palabras claves

• Reificación
• Reconocimiento
• Conocimiento
• Implicación
• Psicología evolutiva
• Detallismo
• Constructivismo

Autores

• Georg Lukács
• Theodor W. Adorno
• Heidegger
• John Dewey
• Stanley Cavell

La preeminencia del reconocimiento

• Al constituir un concepto de “reificación” debe conservarse en el plano de la teoría del reconocimiento de las instituciones de Lukács.

• Adoptar una tesis en la cual lo específico de la conducta humana reside en la actitud comunicativa de adopción de perspectiva.

• Afianzar la hipótesis bajo el punto de vista genético, centrando la mirada en la adquisición por parte del niño de la capacidad de adoptar una perspectiva.

• En la comparación empírica con niños autistas se desarrollaron estudios del desarrollo de la sensibilidad, que por distintos motivos está impedido de desarrollar un sentimiento de unión con su persona de referencia primaria.

• En el noveno mes hacer depender su actitud frente a objetos significativos de la formas de conducta expresiva con las que reacciona a ellos el otro concreto que esta frente a él y comprender progresivamente en la ejecución de su juego simbólico.

• Hobson y Tomasello sostienen que el niño para su aprendizaje tienen que tener desarrollado un sentimiento de unión con la persona de referencia.

• Las aproximaciones tradicionales centradas en la cognición, atribuye el origen de la conducta autista a carencias cognitivas relacionadas con perturbaciones de las funciones del pensamiento o del lenguaje.

• Adorno vincula el origen del intelecto humano con una imitación temprana de
la persona de referencia amada.

• Colocarse en la perspectiva de la segunda persona exige un adelanto de una forma de reconocimiento que no puede aprenderse completamente en conceptos cognitivos o epistémicos (Idea proveniente de la psicología evolutiva.

• Honneth manifiesta que la comprobación ontogenética puede aportar un primer sustento para la pausabilidad de la tesis general. El reconocimiento debe preceder al conocimiento.

• Para Adorno la exactitud de nuestro conocimiento se mide por la cuantía del reconocimiento emocional, de la aceptación de la validez de otras perspectivas y de la mayor cantidad de ellas.

• Lukács en este sentido manifiesta que la preeminencia cuando afirmaban que la relación epistémica con el mundo está precedida por una actitud de cura o de involucramiento existencial.

• Honneth menciona a Cavell para mostrar las relaciones cognitivas con el mundo y su ligamiento al reconocimiento en un sentido conceptual.

• Además se puede obtener un conocimiento directo, inmediato de los estados mentales de otras personas del llamado “psiquismo ajeno”.

• Reconocer significa para Cavell adoptar una postura en que las expresiones de la conducta de una segunda persona pueden ser entendidas como requerimientos a reaccionar de una manera determinada.

• En el hecho de comprender el “reconocimiento” se engloba el concepto de actitud comunicativa o de adopción de perspectiva que no se distingue bien la idea de comprender las razones para actuar.

• La actitud de reconocimiento aquí mencionada representa una forma muy elemental de la confirmación intersubjetiva, que no incluye aún la percepción de un valor determinado de la otra persona.


La reificación como olvido del reconocimiento.

Tanto en la teoría de psicología evolutiva como el análisis de Cavell sostiene una primacía al mismo tiempo genética y categorial del reconocimiento frente al conocimiento, de la implicación frente a la aprehensión neutral de otras personas.
Sin esta forma de reconocimiento previo, los lactantes no estarían en condiciones de adoptar las perspectivas de sus personas de referencia.

Analizando a Lukács la “reificación” es un proceso como un resultado, con ella se designa el proceso de una pérdida , concretamente de la sustitución de una actitud original correcta por otra secundaria, incorrecta, y el resultado de este proceso, es decir, un percepción o una forma de conducta reificada.

Si la apreciación de Lukács fuera correcta, es decir, si la reificación realmente coincidiera con la objetivación de nuestro pensamiento, todo proceso social que demandara una objetivación tal sería ya una manifestación del proceso de reificación.

El mismo autor considera que toda innovación social que haga necesaria una neutralización de nuestro reconocimiento previo y por consiguiente lo institucionalice de manera permanente, es necesariamente un caso de reificación, y asi finalmente no puede evitar concebir todo lo que Max Weber describió como el proceso de racionalización social en la Edad Moderna Europea.

Habermas en su Teoría de la acción comunicativa intentó pensar en reificación precisamente como aquel proceso por el cual formas de conductas “observadoras” estratégicas penetran en esferas sociales, por ello, ven amenazadas sus condiciones constitutivas de comunicación.

En opinión de Honneth la desventaja de tal estrategia conceptual reside evidentemente en que con ella se le atribuye de manera imlícita una carga probatoria normativa a las diferenciaciones funcionalistas que solas no podrían asumir.
Con las intenciones de Lukács podríamos entonces llamar “reificación” a tal forma del “olvido del reconocimiento”.

Cavell afirma que el reconocimiento previo debe ser comprendido como “una indicación del objeto del saber”, esto significa a la inversa, que ni siquiera sabemos con certeza quienes son realmente las personas con quienes tratamos si aquella experiencia original de implicación directa se ha sustraído a la conciencia.

Sin embargo Adorno a hecho hincapié una y otra vez en que la adecuación y la calidad de nuestro pensamiento conceptual dependen de en qué medida éste pueda preservar la conciencia de su unión original con un objeto pulsional, es decir, con personas o con cosas amadas.

En el momento de olvido Honneth quiere construir en clave de una nueva definición del concepto de “reificación” , en la medida que nuestra ejecución del conocimiento perdamos la capacidad de sentir que éste se debe a la adopción de una postura de reconocimiento.

Con este traslado del concepto de “reificación” de un plano sencillo en el que significa simplemente lo opuesto de la implicación o el reconocimiento, a un plano más complejo, donde designa una relación determinada entre reconocimiento y conocimiento, se plantea una serie de problemas de difícil resolución .

Dos tipos de caso de reificación: 1) La ejecución de la praxis perseguimos tan enérgica y unilateralmente un solo propósito asociado con ella que perdemos la atención para todos los otros motivos, quizá más originales.

La desvinculación de un propósito respecto de su contexto de origen es uno de los modelos según los cuales podemos explicarnos el proceso de reificación.

2) Disminución de atención al que podamos recurrir para explicar el proceso de reificación no resulta de determinantes externos de nuestro accionar.

La atención hacia el hecho del reconocimiento previo puede perderse porque estamos influidos por esquemas de pensamiento y prejuicios que no son compatibles cognitivamente con aquel hecho y sería más razonable no hablar en un caso de tal “olvido”, sino de una “negación” o de una “resistencia”.

Uno de los conceptos que Honneth quiere revivir es que contemos con la posibilidad de una percepción reificada no solo del mundo social, sino también del mundo físico. No tenemos una relación adecuada con las cosas de nuestra cotidianeidad cuando las aprehendemos simplemente de manera neutral y las registremos de acuerdo con puntos de vista externos.

Contornos de la autoreificación.

La reificación significa perder de vista su reconocimiento previo, respecto del mundo objetivo quiere decir, por el contrario, perder de vista la multiplicidad de significaciones que tiene aquel para aquellos otros reconocidos previamente.

La “reificación” de los datos naturales, de las cosas o de los seres no humanos no representa un quebrantamiento de una condición práctica a la que se encuentra sujeta necesariamente la reproducción de nuestro mundo de la vida social, mientras que lo opuesto es cierto cuando adoptamos una actitud reificante respecto de otros hombres.

En el mundo intersubjetivo de los hombres y al mundo objetivo de los datos naturales, concibió también al mundo de las vivencias internas, es decir, el mundo de los actos mentales, como un área de fenómenos que podemos abordar con una postura de mera observación en vez de hacerlo en la actitud requerida de implicación.
Otra vía para reforzar la tesis de la preeminencia del reconocimiento en relación con uno mismo en la que Aristóteles, en su Ética a Nicómaco, le dedicó a la “amistad para consigo mismo”.

Si la reificación se extendiera a la relación del sujeto consigo mismo , debería ser posible presuponer la existencia de una forma “original”, normal, de relación con uno mismo que pudiera ser considerada como divergencia problemática.

El detectivismo y el constructivismo son dos maneras insuficientes de definir la relación de las personas consigo mismas, ni la idea de que nuestras sensaciones pueden solo conocer, ni la idea de que nosotros las constituimos mediante la autoatribución son apropiadas para proporcionarnos una imagen adecuada de la relación personal con uno mismo.

De igual manera el detectivismo y el constructivismo como descripciones adecuadas, no del modo original, sino de modos deficientes de relacionarse con el propio interior.

La diferencia entre los dos reside solo en el hecho de que en uno las sensaciones propias son experimentadas como objetos consolidados “internamente” de manera definitiva, y que deben ser descubiertos, mientras que en el otro caso son considerados como algo que debe ser producido instrumentalmente.

Fuentes sociales de la reificación.

En la relación con la naturaleza o en relación social, confluyen en la tesis teórica social de que todas estas manifestaciones de la reificación solo deben atribuirse a la generalización capitalista del intercambio de mercancías, en cuanto los sujetos se someten a la imposición.

Tres puntos de vista algunas reflexiones preparatorias para una “etiología social” de la “reificación”:

1) Lukács describe el efecto de las sociedades de mercados capitalistas como si aquel llevara automáticamente a una generalización de las actitudes reificantes en las tres dimensiones, hasta que finalmente solo existen sujetos frente a sujetos, que se reifican a sí mismos del mismo modo que reifican su entorno natural y a todas las demás personas.

El proceso de reificación no puede ser equiparado con el proceso general de la “cosificación” de las relaciones sociales que Georg Simmel describió como el precio hay que pagar por el aumento de las libertades negativas debido a la multiplicación de las relaciones de intercambio económico.

Se puede conjeturar con naturalidad que aquellos fenómenos de la reificación, que había identificado original y propiamente solo para el área del intercambio en el mercado capitalista, infectan todas las esferas sociales de la vida.

2) Los primeros pasos necesarios para configurar la etilogía social de la reificación de distinta manera es el núcleo de toda reificación reside en un “olvido del reconocimiento”, las causas sociales de la misma deben ser buscadas en prácticas o mecanismos que posibilitan y perpetúan sistemáticamente tal olvido.

Las personas pueden adoptar una postura reificante frente a otras personas cuando han perdido de vista el reconocimiento previo de estas por una de las dos causas siguientes:

• Participar en una praxis social en que la observación del otro se ha convertido en un fin en si mismo, tal que toda la conciencia de una relación social previa se extingue, o porque permiten que sus actos sean gobernados por un sistema de convicciones que impone una negación posterior de este reconocimiento original.

• La reificación es el derivado puramente habitual de un sistema de convicciones reificante: la fuerza de la negación parte de los contenidos de una ideología específica y no genera solo mediante el ejercicio de una praxis determinada.

• 3) El olvido del reconocimiento para con otras personas es tan distinto de aquel revelado por la negación del carácter articulable del propio yo que sería inverosímil suponer una misma causación social para ambas formas de reificación.

• Una tendencia a la autorreificación surge, por el contrario, cuando comenzamos (otra vez) a olvidar esta autoaprobación preliminar al concebir nuestras sensaciones psíquicas solo como objetos para ser observados o producidos.

• Si bien es posible afirmar que en todo accionar social siempre es necesaria una referencia a los propios deseos e intenciones, se pueden distinguir, por cierto, campos de prácticas institucionalizados amoldados funcionalmente a la presentación de uno mismo.

Conclusiones:

Honneth ha recurrido para su análisis de al análisis de Historia y conciencia de clase de Lukács con la ayuda de dos apoyos conceptuales muy claros, el concepto de “cura” de Martin Heidegger y de “interacción”, del americano John Dewey.

Los dos autores le han servidor para demostrar como “la preeminencia del reconocimiento” se impone ante la verdad del conocimiento, siendo además su condición de posibilidad.

El autor en sus análisis muestra las insuficiencias de Lukács advirtiendo su incapacidad para explicar realmente el proceso de olvido del reconocimiento cuando equipara objetivación y reificación.

Honneth manifiesta que deberíamos mostrar cual es la relación entre ambos modos de aproximación a la realidad para saber discernir entre las diversas actitudes que adoptamos ante los otros, ante lo otro y ante nosotros mismos.

Más allá de Lukács la tesis de fondo de esta obra es que, superando las enseñanzas de este, debemos de ser capaces de identificar las fuentes sociales de la reificación, o el surgimiento de posturas reificantes estandarizadas, para poder superar la crítica ingenua que equipara el mercado capitalista con una forma reificante de habitar el mundo.

Su apuesta no es una apuesta moral, tal y como se dedica a repetir en varias ocasiones en el texto, sino un intento por mostrar la estructura intersubjetiva de la comunicación humana, aceptación de la cual depende el éxito de una sociedad madura y consciente.

DAVID LARA
TEORIA SOCIAL FLACSO 2009

lunes, 28 de diciembre de 2009

LA CONDICION POSTMODERNA DE LYOTARD II PARTE.




Continuando con la segunda parte del libro, Lyortard hace un análisis minucioso sobre las diferentes etapas que pasó el saber, al que lo llama juego del lenguaje, el proceso de legitimación, la deslegitimación y la transmisión del saber.

Desde los inicios, el autor presenta las soluciones que se le han querido dar al problema de la legitimación del saber. Nos hace ver cómo lo narrativo busca legitimar al juego del lenguaje llamado ciencia.

Ejemplos: Los diálogos de Platón sobre la Alegoría de las Cavernas, donde describe el relato entre Sócrates y Glaucón, quienes narran que al interior de esta caverna se encuentran dos hombre prisioneros desde su nacimiento y encadenados. Detrás de ellos miran otros hombres en forma de sombras, quienes llevan objetos. Para los encadenados esto es la realidad. Esto nos muestra que los hombres quieren relatos y no reconocen el SABER.

Los diálogos platónicos no son científicos y por tanto no legitiman la ciencia. Las filosofías antiguas, medievales y clásicas buscaban legitimar la ciencia a través de discursos en los que prevalecía lo narrativo en lo científico.

Aristóteles fue el primer filósofo moderno, porque empieza a aislar la descripción de las reglas a las que hay que someter los enunciados que se decían científicos.

En la historia moderna se reconoce que las reglas del juego del lenguaje son inmanentes a ese juego del lenguaje y que solamente estas reglas son probadas en el seno de un debate científico y aquí prima el consenso de los expertos.

Ya en la época del Humanismo Renacentista y en el siglo de las Luces, la narración deja de ser un lapsus de la legitimación del saber y este concepto se traslada a Occidente para legitimar a las nuevas autoridades.

En este contexto, aparece el pueblo héroe y como el legitimador, a la vez el signo de la legitimidad es el consenso y se norman a través de la deliberación.

Es decir, el pueblo debate consigo mismo sobre lo justo y lo injusto, mientras que la comunidad de ilustrados sobre lo verdadero y lo falso. Los científicos se muestran los representantes de la nueva legitimación por medio del pueblo, al mismo que lo destinan al oscurantismo.

Los científicos son ahora, quienes ponen las reglas del juego y se hacen llamar “operadores” científicos, quienes dependen de las instituciones, es decir se liga el saber científico al Estado.

El autor analiza los relatos de la legitimación desde una versión política, que mira al Sujeto como la Humanidad y a la vez como héroe de la Libertad. El Estado toma a su cargo, la formación del pueblo por la vía del progreso y por eso se funda la Universidad de Berlín 1807- 1810, la misma que tuvo gran influencie en las universidades del siglo XIX.

El Sujeto del Saber es el pueblo.

La segunda versión que da Lyotard es la filosófica, la misma que tiene que ver con el proyecto que emprendió Humboldt, para quien la universidad debe dirigir todo su material a la formación espiritual y moral de la nación.

Esta corriente se denomina IDEALISMO ALEMAN. También aparece Scheleiermacher, quien contradice a Humboldt y dice que el sujeto del saber no es el pueblo, sino el espíritu especulativo, que se convierte en el juego del lenguaje de la legitimación y la enciclopedia del IDEALISMO ALEMAN es la narración de la historia de ese espíritu especulativo, que a su vez es un metarrelato de un Metasujeto que habita en la Universidad especulativa.

Estos son los cimentos de la Universidad Berlinesa, en la que predomina la VIDA DIVINA, LA VIDA DEL ESPIRITU. Las dos apreciaciones de Lyotard nos hace ver los relatos de la Especulación y de la Emancipación.

En este punto, el autor hace dos observaciones y dice: 1) el Marxismo osciló entre estos dos modos de legitimación y describe.

PARTIDO-------UNIVERSIDAD

PROLETARIADO-------PUEBLO- HUMANIDAD

MATERIALISMO DIALECTICO------IDEALISMO ESPECULATIVO O SABER CRITICO.

2)La segunda observación que hace y que evidencia la legitimación especulativa es el hecho cuando Heidegger se posesiona como rector en la Universidad de Friburgo el 27 de mayo de 1933. En su discurso se refiere al TRABAJO, DEFENSA Y SABER.

Según Heidegger, el Sujeto no tiene vocación de emancipar a la humanidad, sino de realizar su auténtico mundo del Espíritu. A este se denomina DISPOSITIVO ESPECULATIVO.

Lyotard relaciona el proceso de DESLEGITIMACIOn con la POSTMODERNIDAD y eso a su vez lo asocia con la crisis del saber científico del siglo XIX, donde aparecen las tecnologías- técnicas y surge la exigencia de VERDAD.

Sin embargo, la proliferación de las ciencias y la expansión del Capitalismo no es la causa para la deslegitimación del saber, sino se debe a la erosión interna del principio de legitimidad del saber. Aquí se rescatan los criterios de wittgeinstein, Martín Buber y Emanuel Levinas. “la ciencia juega su propio juego y no puede legitimar a los demás juegos del lenguaje.

Aparecen nuevos juegos del lenguaje: lenguaje- máquinas. El juego del lenguaje se vuelve un juego de ricos, donde el más rico tiene más oportunidades de tener razón. Estamos en el desarrollo mismo de la Revolución Industrial, donde no hay técnica sin riqueza, pero tampoco riqueza sin técnica. A esto denominamos DISPOSITIVO TECNICO.

La importancia en el saber contemporáneo se da a través del espíritu de la performatividad, la misma que tiene poder instituyente y se sedimenta en la cabeza de la gente.

El Capitalismo soluciona el problema científico a través de créditos y con la creación de departamentos de investigación en las universidades y en las empresas.

El Estado y la empresa abandona el relato de la legitimación idealista humanista para justificar el nuevo objetivo, que es el PODER.

Se compran Savants (personas que tienen el conocimiento ) para incrementar el Poder y no para el conocimiento.

La transmisión del saber se da mediante la enseñanza universitaria. La Universidad es para Lyotard una teoría de sistemas, la enseñanza superior se vuelve un subsistema social, donde la transmisión de los saberes ya no aparece como un método destinado a formar a una élite capaz de guiar a la Nación en su emancipación, sino que proporciona al sistema jugadores capaces de asegurar convenientemente su papel, en los puestos pragmáticos que las instituciones necesitan.

En la Universidad ya no se enseñan los contenidos, sino el uso de nuevos lenguajes y un manejo más sutil del juego del lenguaje que son los juegos de la información.

En la parte última, Lyotard se muestra como un crítico acérrimo de Habermas, puesto que sostiene que en un problema de legitimación no puede haber un consenso y lo califica a éste como un horizonte.

Es más, dice que en la legitimación no es posible ni siquiera prudente la búsqueda de un consenso universal.

GUADALUPE YAPUD.
BECARIA MAESTRÍA ESTUDIOS DE LA COMUNICACIÓN
TEORIA SOCIAL
FLACSO 2009.

martes, 22 de diciembre de 2009

La condición Postmoderna (Capítulos 1 al 7)


Jean Francoise Lyotard.

• Jean Francoise Lyotard (1924-1998), filósofo y doctor en letras nacido en Versalles – Francia.

• Era crítico del marxismo desde el grupo del cual formaba parte, Socialismo o Barbarie. También del idealismo, iluminismo, el cristianismo, liberalismo, incapaces de conducir a la liberación.

Su pensamiento:

• “No podemos encontrar cuál es la finalidad de la Historia, simplemente se trata de un modo conceptual de entender y practicar la Historia”.

• “Todo está bien porque todo está mal”

• “¿Qué se puede hacer? Este es en realidad el problema postmoderno.
Ideas centrales de los capítulos 1 al 7

• El saber cambia de estatuto al mismo tiempo que las sociedades entran en la edad postindustrial y las culturas en la era postmoderna.

• El saber científico es una clase de discurso, las ciencias y las técnicas se apoyan en el lenguaje.

• Estas transformaciones tecnológicas han afectado al saber.

• El saber se constituye en valor de cambio, es producido para ser vendido y es consumido para ser valorado en una nueva producción. Deja de ser en sí mismo su propio fin y pierde su valor de uso; además se ha convertido en la principal fuerza de producción.

• El saber en su forma de mercancía es indispensable para la potencia
productiva (estrategias: económica, militar, comercial).

• Saber = poder
brecha entre países en vías de desarrollo y desarrollados.
legitimación del saber, quién decide lo que es el saber, quién puede acceder a el,
quién lo produce y con qué fin.

• Actos del habla (destinador, destinatario, referente), con la emisión de tres tipos de enunciados (denotativo, performativo, prescriptivo) pronunciados en el marco de reglas que especifican las propiedades de estos enunciados y el uso que de ellas se pueda hacer.

• Estos juegos del lenguaje dan cabida al lazo social.

• Lazo social en la perspectiva moderna (discurso sobre la sociedad), se puede entender como un sistema (un todo orgánico y autoregulado) o como una dualidad (lucha de clase en Marx).

• En la perspectiva postmoderna el lazo social se disuelve, emergencia de individualidades que interactúan a través de los juegos del lenguaje, desplazamientos, desorientaciones, disposición de información es competencia expertos de todos los tipos (los decididores).

• El saber no se reduce a la ciencia, ni al conocimiento (conjunto de enunciados que describen o denotan objetos susceptibles de ser declarados verdaderos o falsos). La ciencia un subconjunto de conocimientos.

• Saber: conjunto de enunciados denotativos, son ideas de saber-hacer, saber-vivir, saber-oír, etc. Excede el único criterio de verdad.

• El saber no excluye entre tipos de enunciados, incluye los cognitivos, de decisión, valoración y tiene afinidad con la costumbre. Regido por criterio de justicia, belleza, verdad y eficiencia.

Características del saber narrativo.

Proveniente de una tradición, de costumbres toma la forma narrativa, de un relato.
Los puestos narrativos se distribuyen, destinador antes en puesto de destinatario o referente.

Cuentas los éxitos y los fracasos o bien dan legitimación a instituciones de la sociedad, o representan modelos a seguir.

Admite pluralidad de juegos de lenguaje. Se ponen en juego las relaciones de la comunidad consigo misma y con su entorno.

Los relatos tienen por sí mismos autoridad, el pueblo los actualiza, no sólo al contarlos, sino también al escucharlos, al interpretarlos. Definen lo que tiene derecho a decirse y a hacerse en la cultura, y cómo son una parte de ésta, están por eso mismo legitimados.

Características del saber científico.

Proposiciones verdaderas o falsas. Destinador quien emite destinado pruebas de lo dicho, destinatario valida o no, demostración. Lo referente verificación o falseación.

Requiere de un lenguaje denotativo, excluyendo otro tipo de enunciados.

Criterio de aceptabilidad es su valor de verdad. El enunciador debe tener criterio de competencia y debe conocer los enunciados precedentes.

El saber científico no es un componente inmediato y compartido en la sociedad. Es indirecto por lo que se convierte en profesión y da lugar a instituciones.

• No se puede desvalorizar ni lo uno ni lo otro, el valor narrativo no es a partir de lo científico, ni a la inversa, lo uno no engendra a lo otro. Ambos son conjuntos de enunciados emitidos en el marco de reglas generales.

• El saber narrativo acepta al saber científico como una verdad dentro de la familia de las culturas narrativas.

• Saber científico se interrogado sobre la validez de lo narrativo y constante que nunca están supeditados a la validez o la verificación.

• fábulas, mitos, leyendas propio de mentalidades salvajes, primitivas, subdesarrolladas, prejuiciosas, ignorantes, lo que necesita es liberar de la oscuridad, civilizar, educar, desarrollar.

Exposición a cargo de:

Evelyn Villalba.
Teoria Social-Maestría en Estudios de la Comunicación.
Flacso-2009.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Teoria de la acción comunicativa. Qué es la pragmática universal?


Jurgen Habermas.

Exposición por:
Prof. Wladimir Sierra.

Memorias a cargo de:
Evelyn Villalba.

01/12/09

Habermas cree que la acción ligada a fines racionales es la forma prototipica del concepto de acción en Weber, hay una sobrecarga en la persona que acciona, es como que si no existiesen los otros seres humanos y eso depende de la planificación, es un modelo monológico.

Qué pasa si quiero lograr fines en el mundo material entonces es obvio que actúo de modo monológico y busco un fin racional; tengo un interés no considero a los otros seres humanos en serio para obtener mis fines, ese modelo dice Habermas que no nos permite comprender bien el funcionamiento de lo social y bajo ese modelo no es posible pensar en emancipación humana.

En ese panorama donde no hay salida para la emancipación humana, propone otro espacio de emancipación, busca fusionar la teoría social y la filosofía del lenguaje.

Habermas dice que no es posible abandonar la modernidad con su propuesta emancipatoria; Sino hemos logrado emancipación humana, entonces sigue abierto el proyecto moderno.

Cuando Weber habla de normas, Habermas entiende que éstas son constructos y que no pertenecen a un solo individuo sino a toda una comunidad. Pasa entonces de un modelo monológico a uno dialógico, tomando a su vez, la importancia que Austin le da a la fuerza ilocucionaria.

En la fuerza ilocucionaria tenemos la posibilidad de abrir un puente hacia el otro, y entonces se pasa al modelo dialógico, para fundamentar otro modelo de acción social, ligada a fines racionales.

Habermas piensa que solo hay algunos tipos de actos del habla, se basa en una clasificación hecha por Karl Popper sobre los tipos existentes del mundo: el material, que es el mundo de los objetos; el mundo social y el de la subjetividad. Habermas dice entonces solo hay tres formas de acción humana, que se corresponderían con los tres tipos de mundo.

1.- Acto del habla constatativo, se refiere al mundo exterior, el árbol está verde, la montaña está nevada. (implican verdad o falsedad)

2.- Actos del habla regulativos, es correcto que cuando te casas los bienes pasan a ser de propiedad común, son normas sociales, hacen referencia a convenios humanos. (implican rectitud)

3.- Actos del habla expresivos, cuando me refiero a estados de ánimo internos como: hoy estoy triste, no me refiero ni al mundo de las cosas, ni a estructuras sociales, sino a algo que está dentro de mí. También hace referencia a la estética. (implican veracidad)

Existiría un cuarto tipo de habla, que son los comunicativos que no es acción comunicativa, y que hace referencia al lenguaje, cuando se utiliza mal el lenguaje, mundo especial, el mundo de los mundos, te refieres al lenguaje cuando no existe una comprensión en la lengua.

Cada uno de estos actos del habla (los tres primeros), se elevan a una pretensión de validez, cuando una persona habla pretende realizar algo.
En el primero la verdad o falsedad, en el segundo la rectitud y en el tercero la veracidad.

Ej: El árbol es verde, pretendo decir la verdad.

El matrimonio presupone la suma de bienes pretendo decir algo que es correcto en el mundo social.

Cuando estoy triste, quiero ser veraz.

Los dos primeros tipos de habla y pretensiones de validez pueden ser comprobados de modo directo. Pero si digo yo estoy triste, cómo sé que es cierto. Solo con la escenificación puedo mostrar mis sentimientos, entonces me pongo a llorar, para que sea veraz, escenifico ese dolor.

Cuando hablamos hacemos referencia a los tres tipos de mundo clasificados por Popper. Habermas a su vez sostiene que en estos mundos introducimos modelos de acción social. Las principales son la acción instrumental, la acción estratégica y la acción comunicativa.

Acción instrumental, cuando luego de conocer las características físicas de los objetos los sometes a tu voluntad, porque los consideras objetos útiles a tu vida.
La acción instrumental surge cuando te relacionas con la naturaleza, con el mundo de los objetos. De esta racionalidad aparecen las ciencias fácticas, la ingeniería, la química.

Cómo construimos puentes (vías) sino es con la acción instrumental (relación con el mundo de los objetos). El problema aparece cuando esta racionalidad se aplica entre los seres humanos; entonces al otro lo ves como un objeto y te relaciones con ese otro como si efectivamente fuese un objeto. Ej: instrumentalización del cuerpo para obtener dinero. Existe el problema en cuanto la racionalidad instrumental se extiende hacia otros espacios no instrumentales.

Acción estratégica, es cuando te relaciones con otro ser humano presuponiendo que ese otro ser humano es un sujeto con competencia lingüística racional. Entonces te relaciones con ese otro para fines que están más allá. Ej: hacerse el enfermo para que hagan algo por nosotros. A terceros someto a través de la acción estratégica.

Al ser humano puedes convertirlo en cosa en la medida en que no lo distingues como racional. Desconociendo que esa persona tiene una capacidad comprensiva, racional.

El aporte de Habermas es la acción comunicativa donde una persona con el uso de la lengua quiere con otro ser humano producir un consenso. Ej. Deme tres panes y entonces recibe tres panes. Aquí acción consenso, cuando yo uso la acción comunicativa quiero que se produzca el consenso y que la otra persona entienda los sentidos del modo que los estoy entendiedo yo. La vida humana solo es posible por la acción comunicativa.

La acción instrumental y la estratégica son formas patológicas del mundo de la vida. Solo en la acción comunicativa hay posibilidad de emancipación dice Habermas, porque quienes participan en la interacción son iguales.

¿Cómo se da el consenso? Cuando el hablante se refiere a un objeto en el mundo, a un contexto en especial, a una norma, y se dirige a otro persona, el hablante apela a tres pretensiones: la de verdad, de rectitud y de veracidad.

Entonces quien escucha al hablante, toma posición crítica y analiza lo dicho por el hablante. Cuando después de verificar esas tres pretensiones y acepta que así es, ambas personas se conectan en los tres niveles y entonces se produce el consenso, se humanizan, y esto es emancipatorio; no busco nada de modo estratégico y menos de modo instrumental.

Críticas:

Si siempre estaríamos instrumentalizando o actuando de modo estratégico no podríamos crear mundo social.

No habría consenso cuando existen intereses económicos o de poder, X persona manipula a otras para que sus intereses se hagan realidad, hacer posibles sus fines.

Autores como Foucault afirman que todo es acción estratégica, todo es acción de poder.

Habermas reconoce que hay intereses, que pueden afectar el consenso.
Cuando compartimos un mundo de vida similar supone que ha habido consenso, que todo el colectivo humano maneja los mismos sentidos, símbolos, entiende los discursos sociales. Si no existiese el consenso no podríamos interactuar sobre un mundo común. Existen acuerdos sociales que son respetados, acuerdos que son tácitos y que son comprendidos.

La transformación social es a través de consensos. ¿Pero Bajtin por ejemplo, sostiene que los grupos se disputan las significaciones de las palabras, entonces ahí no habría consenso? La disputa surge porque el uno quiere convencer al otro de lo que piensa, tratan los dos de consensuar. Si no existiese la intención de llegar al consenso no se disputaría los sentidos.

Cuando se disputa el sentido entonces quiero que el otro acepte mis razones.
Habermas presupone que el consenso es mediante el diálogo, pero en realidad son formas violentas porque el consenso no implica una relación de iguales, son relaciones de poder, que muchas veces son imposiciones, entonces no existiría diálogo.

Precisamente en este momento estás argumentando por qué no crees que exista diálogo, consenso, estas tratando de convencerme sobre tu punto de vista, ya ahí, estás intentando llegar a un consenso. Si no llegamos a un acuerdo, no supone un cierre de la búsqueda al consenso.

Habermas reconoce que existen relaciones de poder.

Patologías de la lengua

Habermas supone que hay dos problemas, que suceden cuando no se da la comunicación o se interfiere la comunicación, cuando hay patología no se da la comunicación. El caso más extremo de patología es con los seres que no tienen capacidad lingüística, los idiotas, como enfermedad clínica. Y hay muchas enfermedades de este tipo, quienes no logran desarrollar capacidad comunicativa.

Estos sujetos tienen que tener los mismos derechos que otros sujetos por ser seres humanos, en Habermas los derechos se afirman desde tu afirmación lingüística como ser con capacidad lingüística.

Aclaraciones:

La racionalidad estratégica supone intereses de poder de otro sujeto hablante, sino hubiese esto pudiéramos comunicarnos de modo adecuado. En toda relación humana hay relaciones de poder, Habermas dice que no es operativa para entender lo social, entones en ninguna acción humana hay acción comunicativa, porque esta supone espacio de no poder. Un argumento no es coercitivo porque apela tu razón.

Los seguidores de Habermas, en Honnet el problema de la lucha, esta aparece como último argumento cuando el sujeto es desconstituido, desconocido en su humanidad, entonces solo ahí se vuelve legítima la lucha. La lucha en principio no busca desconstituir al otro, sino lo que busca es reconocer al otro como igual.

Sistemas Sociales. Sistema y función.


Niklas Luhmann


Niklas Luhmann nació en Lüneburg, Alemania, en 1927. A los 17 años fue obligado a formar parte de la aviación nazi. Comenzó sus estudios de derecho en Friburgo, donde se doctoró en 1949. Trabajó como funcionario civil desde 1954, y en 1960 viajó a Estados Unidos para estudiar sociología, en la Universidad de Harvard en Boston, la cual ejerció una influencia significativa en su pensamiento, sobretodo por su apego a la teoría sistemas de Talcott Parsons. En 1964 publicó su primer libro, Funktionen und Folgen formaler Organisation (Duncker & Humblot, Berlín, 1964), y un año después ingresó en la Universidad de Münster en Dortmund, donde se doctoró en sociología política en 1967, al tiempo que inició su actividad docente. En 1968 se estableció en Bielefeld, Universidad en la que permaneció el resto de su carrera como catedrático; falleció en 1998.

SUPUESTOS

El autor comienza el capítulo “sistema y función” del texto Sistemas Sociales, partiendo del supuesto de la existencia de sistemas autorreferenciales, consecuentemente para él, todo en la realidad se mueve de acuerdo con una lógica sistémica. Y dentro de este contexto, la teoría de los sistemas aparece como su método de análisis.

Otro supuesto que permite avalar y justificar la existencia de una “realidad sistémica” es la idea del hombre como un ser a-social. Planteamiento que viene desde Maquiavelo y Hobbes y que le permite afirmar que la sociedad existe, únicamente porque existen sistemas que hacen posible su cohesión.

En términos políticos, si partimos de la idea de que toda institución es un sistema, lo que estaría planteando Luhmann, al igual que Hobbes, es que el hombre necesita de sistemas o instituciones que controlen su naturaleza a-social. Entonces la existencia de reglas, leyes, normas e instituciones se justificarían (a diferencia de lo que plantea la teoría anarquista) porque el hombre necesitaría de ellas para convivir con los demás.

El pensamiento de Luhmann, de acuerdo con Julio Echeverria, podría ser interpretado incluso de modo más radical que el de Hobbes, ya que para Luhmann los individuos no son solamente a-sociales sino que tienen una inclinación hacia la “desocialización.” El hombre no necesita de sistemas únicamente para el mantenimiento de la sociedad, sino para enfrentar su tendencia a la desocialización. De ahí que frente a un entorno desocializante, los sistemas deben aumentar su complejidad para lograr, en última instancia, la supervivencia de la sociedad.

PENSAMIENTO

La teoría de los sistemas de Luhmann puede ser comprendida si se parte de algunos antecedentes de la teoría sistémica que él denomina autopoiético o autorreferencial. A saber, la explicación aristotélica de las partes y el todo, y la teoría sistémica clásica del sistema-entorno.

La realidad para Aristóteles era entendida desde la integración de las partes y el todo, no como una suma de elementos, sino como elementos articulados a una totalidad, elementos pensados en función de un todo y viceversa.

En la teoría sistémica clásica, estructurada por Talcott Parsons, se parte de la diferenciación entre el sistema y su entorno, cuya relación está determinada por una lógica estímulo-respuesta (con base en la teoría de la Gestalt). El sistema recibe señales del entorno (lo que Parsons llama INPUT) que irritan al sistema; el cual, luego de cerrarse (clausura operativa), responde y devuelve al entorno estas señales en forma de OUTPUT. Este proceso de feedback es el que permite la autorregulación de los sistemas.

Lo novedoso de la teoría de los sistemas de Luhmann, es el concepto de autopoiesis, tomado de Maturana y Varela (biólogos chilenos) que en palabras de Julio Echeverria podría ser entendido como una “autocofiguración de los sistemas” . Cuando Luhmann habla sobre la existencia de sistemas autopoiéticos, lo que está tratando de decir es que los sistemas, a diferencia de los sistemas clásicos de Parsons, no solamente reciben irritaciones del entorno para reconfigurarse, sino que se cierran y definen desde sí mismos su relación con el ambiente, mediante un proceso de reflexividad y selectividad. El sistema ya no depende de las irritaciones del entorno para responderle, sino que configura sus propias posibilidades de respuesta.

La razón de este cambio o evolución de los sistemas está directamente imbricada con el concepto de complejidad desarrollado por Luhmann, que puede ser analizado desde una perspectiva histórica, o relacionado con el paso a sociedades o entornos complejos.

Dentro el proceso de modernización de la humanidad, o lo que Max Weber denominó el desencantamiento del mundo, y que permitió el desarrollo del iluminismo; el hombre (con la primacía de la razón y la ciencia) desacraliza la verdad, la desvincula de la religión, para buscar una explicación inmanente del mundo. Esto trae como consecuencia la multiplicación de verdades y, por tanto, de posibilidades de elección. Si a ello sumamos, la posterior caída de los grandes relatos, y el concepto de performatividad, tenemos como resultado un entorno de alta complejidad.

Esta complejidad está directamente relacionada con la necesidad de selectividad; pues dado que las posibilidades son múltiples, existe una coacción a la elección.

Esta dinámica del entorno vuelve cada vez más complejo el sistema y sus capacidades de respuesta, tanto así que en determinado punto el sistema absorbe esta lógica de complejidad del entorno y se convierte en un sistema altamente complejo.

Consecuentemente, se hace imposible analizar al sistema-entorno desde una lógica de las partes y el todo. Porque para Luhmann la estructura del sistema se explica desde una diferenciación del sistema y su entorno; el sistema es entendido desde la existencia de LÍMITES que posibilitan la conservación del sistema, y su autorregulación. El entorno, en cambio, es una entidad que no tiene límites, ni capacidad de autorreflexión o acción.

Esta es una de las novedades de la teoría sistémica, Luhmann elimina al hombre como objeto de la sociología (contrario a Max Weber y la teoría de la acción social) y como centro del mundo, y lo reemplaza por los sistemas sociales como accionadores de la realidad. Cabe decir que desde la teoría Funcional-Estructuralista lumanniana la función de estos sistemas es la reducción de complejidad, por tanto, no son las estructuras las que mantienen las funciones, sino la función la que antecede este proceso.

Para Luhmann el sujeto es visto como simple “estrategia del sistema” que permite su autoreproducción. El problema es que si el sujeto es el entorno complejo, no solamente posibilita la reproducción del sistema, sino su evolución. Esta idea, entendida en términos políticos, afirma que el individuo, mientras más trata de liberarse del sistema, lo único que hace es complejizarlo, volverlo más inteligente o impulsar respuestas del sistema cada vez más complejas. Para Julio Echeverría esto significa “devolver al sistema una complejidad reducida más alta”

Para Luhmann la evolución del sistema solo es posible mediante la existencia de un excedente de complejidad en el entorno. Este excedente, y la función de reducción de complejidad del sistema, hacen que éste se vuelva más complejo para poder responder al alto grado de complejidad del entorno.

Ahora bien, el hecho de que el sistema se cierre para analizar sus respuestas al entorno no quiere decir que no existan relaciones entre ambos. Todo sistema está compuesto por un entorno, además de otros sistemas que se relacionan con él y forman parte del entorno. Sin olvidar que dentro de un sistema, existen también subsistemas con sus respectivos entornos. Por ello no es posible entender a los sistemas desde la lógica de la suma de sus partes, o desde una relación jerárquica sistema-subsistema, pues un subsistema puede ser mucho más complejo que un sistema global, dependiendo de su articulación con otros sistemas y su relación con el entorno.

Dentro de este proceso de complejización de los sistemas, determinado por su diferenciación con el entorno, el sistema “gana en sistematicidad” dice Luhmann, dependiendo de su diferenciación con el entorno, con otros sistemas y consigo mismo.

En este punto, el autor plantea el concepto de producción, como otra de las características de diferenciación del sistema con su entorno, directamente relacionado con la idea de necesidad de selección en los sistemas complejos. Para el autor, producción significa que “algunas causas pero no todas son necesarias para producir efectos”. Es decir que, dada la complejidad de un sistema, y la posibilidad se solucionar un mismo problema de múltiples formas, no queda otra salida que la selección o renuncia al dominio total de las causas. Esta selección es producción porque deja excedentes de posibilidades no escogidas que luego van a permitir la evolución del sistema.

Otra de las maneras de entender la estructura de un sistema, también relacionada con el concepto de selección, es la descomposición del sistema en elementos y relaciones. Partiendo del hecho de que no se pueden entender los elementos sin la existencia de relaciones y viceversa.

Para el autor se ha dado demasiada importancia al análisis de los elementos y sus resultados cuantitativos; lo verdaderamente importante son las relaciones posibles entre elementos, porque permiten dar el salto hacia lo cualitativo. Sin embargo, todo elemento que puede ser cuantificado se puede disolver, siempre que haya una razón operativa del sistema para ello

Ambas formas de entender la estructura del sistema, indican su grado de complejidad, ya sea mediante diferenciación (sistema-entorno-subsistemas) o selección (elemento-relación). Sin embargo, llega un punto en el que ya no es posible relacionar a todos los elementos con los demás a todo momento, entonces esta complejidad es internalizada por el sistema que, de esta manera, se vuelve autorreferencial y complejo. Es esta absorción de la complejidad del entorno la que hace que el sistema se vea coaccionado a la autorreflexión y que los sistemas autopoiéticos se vuelvan sistemas inteligentes.

Otro de los conceptos desarrollados por Luhmann es el de contingencia, que plantea que la solución de un problema siempre es posible de otro modo. Esto implica que toda elección supone un riesgo, nunca es segura completamente, es por ello que en la actualidad todo tiene un grado de incertidumbre, vivimos una sociedad del riesgo donde no hay certezas absolutas. Esta falta de sentido del mundo es la que lleva a muchos autores como Omar Calabresse a hablar de las sociedades contemporáneas, como sociedades neobarrocas.

La complejidad de un entorno determinado por la incertidumbre es la que permite, como se dijo, la evolución del sistema. El cual, para adaptarse a este entorno, se cierra hacia adentro y busca respuestas desde la autorreferencia. En este sentido, el sistema autorreferencial ya no solo debe adaptarse a la complejidad de su entorno o de los demás sistemas, sino que debe adaptarse a su propia complejidad. En otras palabras, las acciones de los sujetos están determinadas por su relación con el sistema, y no por su voluntad.

A pesar de que el sistema se cierra para resolver las irritaciones del entorno, necesita un sistema de comunicación que le permita devolver las respuestas al entorno. Para el autor, comunicación significa que “el cambio de estado A corresponda al cambio de estado B.” Mientras que la información es entendida como la memoria o acumulación de posibilidades de base causal que facilitan el proceso de selección y evolución del sistema.

La complejidad de los sistemas autopoiéticos, así como los conceptos de diferenciación y selección, no podrían ser comprendidos en su totalidad, si no se toma en cuenta el concepto de tiempo, como factor que obliga a la selección. El tiempo en los sistemas es también una variable que indica la alta sensibilidad que tienen los sistemas para transformarse.

Uno de los problemas que surgen con la variable del tiempo es la asincronía entre el sistema y su entorno. En particular, un problema puede requerir de reacciones largas del sistema, aunque sea simple, o de operaciones instantáneas, aunque sea más profundo. Esto se produce debido a que en la lógica sistémica, los conceptos de estructura y proceso son diferentes. La primera indica (contrariamente a lo que se conoce) un tiempo reversible y de cambio, mientras que el segundo es un tiempo irreversible que ya no puede ir hacia atrás, porque supone selecciones realizadas que ya no se pueden cambiar.

Sin olvidar que los elementos del sistema, debido a su tendencia al cambio, son inestables, no tienen duración; en palabras de Luhmann, “perecen desde que nacen.”

Esta lógica de desintegración constante de los elementos produce una renovación interminable del sistema y una estabilidad dinámica.

Finalmente, para el estudio de los sistemas, Luhmann plantea la existencia de una “teoría de los sistemas” cuya función es detectar problemas e indicar sus posibles soluciones (aquí se diferencia con otros paradigmas que buscan hallar la verdad; para el autor ésta no existe y debido a la complejidad del sistema y su entorno solamente se pueden hallar soluciones inciertas respecto de conflictos específicos). Por tanto esta teoría solo busca trasladar el conocimiento a otras posibilidades, no le interesa encontrar las causas, sino comparar entre distintas posibles soluciones.

Si bien el método de análisis sistémico de la realidad es novedoso y necesario para comprender ciertos conflictos contemporáneos, el problema surge por la pasividad con que trata Luhmann al sujeto; para él, los sujetos como elementos del entorno, pueden desaparecer sin ninguna posibilidad de acción si el sistema así lo requiere. Y aquí surge el problema, porque si el sistema dispone de la vida de un hombre ¿no es también un nuevo DIOS? y de ser así, ¿no se estaría retrocediendo del sistema complejo de la diferenciación y los múltiples caminos, a la existencia de una sola opción? Esta es una contradicción en la teoría sistemas que hace urgente devolver al sujeto su capacidad de acción.

KARLA ENCALADA.
TEORIA SOCIAL
FLACSO 2009

domingo, 20 de diciembre de 2009

EL PROCESO DE LA CIVILIZACIÓN


Norbert Elias.

EL PROCESO DE LA CIVILIZACION

“El concepto de civilización se refiere a hechos muy diversos: tanto al grado alcanzado por la técnica, como al tipo de modales reinantes, al desarrollo del conocimiento científico, a las ideas religiosas y a las costumbres... si se trata de comprobar cual es, en realidad, la función general que cumple el concepto de -civilización- llegamos a una conclusión muy simple... El concepto resume todo aquello que la sociedad occidental de los últimos dos o tres siglos cree llevar de ventaja a las sociedades anteriores o a las contemporáneas -mas primitivas-” Norbert Elías

Autor: Norbert Elías

Nació en Breslau, Alemania en 1897 estudió Medicina, Filosofía y Sociología en Breslau, Friburgo y Heidelberg. Entre sus compañeros y profesores se cuentan: Kart Manhein, Alfred Weber, Rickert Husserl, y Jaspers. Vivió en su propia carne el drama de la Iª Guerra Mundial como soldado y en 1933, ante las atrocidades que anunciaba el nazismo y las limitaciones al trabajo de los intelectuales judíos, emigró a Francia y posteriormente, en 1938, a Gran Bretaña. En 1941 su madre moría en el campo de concentración de Auschwitz.

Desde 1954 era catedrático de Sociología en Leicester y ha ejercido la docencia en universidades de varios países. En 1977 Elias recibió el prestigioso Premio Adorno en Frankfurt. Fue un decidido crítico de la sociología tradicional, inclinada a la elaboración de modelos estáticos, como el de Talcott Parsons, y tendencias de grupo.

En 1939 publicó en Alemania El proceso de civilización sin que llegara ciertamente a la atención del público, en parte por su condición de judío y en parte por su renuncia a formar parte de grupos doctrinarios. En 1970 surge del anonimato con un monumental trabajo y con una reconocida voz que debía ser escuchada por las Ciencias Sociales, especialmente por la Historia, hasta ser considerado uno de los sociólogos más importantes del siglo XX, teniendo tiempo de ver reconocida su obra antes de su muerte acaecida en 1990 a los 93 años de edad.

PRIMERA PARTE

I Socio génesis de la oposición entre ‹‹cultura›› y ‹‹civilización›› en Alemania

El proceso de constitución del concepto de civilización así como su función y significado son diferentes para Inglaterra, Francia y Alemania.

Para Inglaterra y Francia civilización, en términos genéricos designó una mejora en el trato y las costumbres.

Para Alemania significa algo útil, pero con un valor de segundo grado, algo que afecta únicamente a la exterioridad de los seres humanos

CIVILIACIÓN:

Para Inglaterra y Francia:

Resume el orgullo que inspira la importancia que tiene la nación propia en el conjunto del progreso de Occidente y de la humanidad en general.

En Alemania, civilización

Este término puede referirse a hechos políticos, económicos religiosos, morales o sociales.

Aquí se refiere a la actitud (behavior) con independencia de si han realizado algo o no.

Se refiere a un proceso y su resultado, y está en constante movimiento hacia delante.
Tendencia continua a la expansión de grupos y naciones colonizadoras.

Desaparece la pregunta de que es lo francés y lo ingles?

CULTURA:

Alemania:

La palabra con la que los alemanes se interpretan a si mismos, que expresa su orgullo por su contribución propia su esencia es “cultura”.

El tÉrmino se remite sustancialmente a hechos espirituales, artísticos y religiosos

Aquí desaparece la actitud (behaviour), esto es a los valores que pueda tener un ser humano por su mero existir o comportase.

Su movimiento se refiere a productos dotados de realidad (obras de arte, libras, donde se expresa el pueblo.

Conciencia que tiene la nación de preguntarse siempre en que consiste en realidad su peculiaridad?.

Preguntar de que es lo alemán no desaparece.


Estos términos no podrán ser comprendidos o entendidos en su totalidad ni si los ingles o franceses lo explican a los alemanes y viceversa ya que no comparten esas experiencias y no se han formado en la misma tradición y en las misma situación. No son conceptos que pueden ser asumidos de manera colectiva

II El desarrollo de la oposición entre civilización y cultura.

En 1919 revive la oposición del concepto de cultura al de civilización debido a que la guerra en contra de Alemania se hizo en nombre de la civilización.

Esto dio origen a una antitesis que parece fue Kant la formulo por primera vez “Estamos cultivados en sumo grado por el arte y por la ciencia, estamos exageradamente civilizados por todo tipo de deferencias y de buenas maneras sociales”
Antitesis se origina por la polémica responsable de la antitesis conceptual de cultura y civilización entre el sector intelectual de la clase media y de los buenos modales de la clase alta cortesana dominante.

En primer plano se encuentra una oposición social interna que revela la peculiaridad nacional: la oposición que se da entre una nobleza cortesana franco parlante y civilizada y por otro una capa intelectual germoparlante de clase media que es el circulo de los servidores reales o de los funcionarios en sentido amplio que de vez en cuando incluyen elementos de la nobleza real.

De modo refinado se desemboca en la contraposición entre cultura y civilización; la cortesía engañosa y superficial y la verdadera virtud.

Esto cambia a mediados de siglo la auto legitimación por medio de la virtud y educación se hacen más preciadas y se hace mas fuerte la polémica contra los comportamientos exteriores – superficiales de las cortes.


III Ejemplos de las actitudes cortesanas alemanas.

Existe una despoblación y una fuerte crisis o agotamiento económico tras la Guerra de los 30 años, la burguesía alemana es pobre (xvii y xviii)

No hay dinero para usar en actividades de lujo como literatura y arte.

El francés se difunde desde las cortes en la capa superior de la burguesía. No existía nada mas plebeyo que hablar alemán, se consideraba rudo y barbario.
Se considera que todo lo que se ve en Alemania es rudo y atrasado (Mauvillon) incluyendo a la literatura y el lenguaje.

Federico II “EL grande” resume sus quejas sobre el pobre desarrollo de la literatura y el leguaje en Alemania diciendo “no hay que culpar al espíritu o al genio de la nación de la cortedad de nuestros progreso, sino a una seria de coincidencias lamentables, a un encadenamiento de guerras que nos han empobrecido tanto como hombres como de dinero”

Con el crecimiento del bienestar se da un florecimiento del arte y la ciencia, una feliz revolución. Y estaba en lo cierto eso sucede Luego de algunos años.

Sin embargo, en alemanaza había en la cúspide personas que hablaban francés y que determinaban la política alemana. Existían clases medio intelectuales germano parlantes que no tenían influencia sobre lo político (clase de la cual se conoce a Alemania por sus poetas y pensadores que dieron sus conceptos educación y cultura su sentido)

IV La clase media y la nobleza cortesana en Alemania

Por doquier en Alemania se manifiestan sueños vagos de una Alemania unificada y de una vida natural entre la juventud de la clase media, vida natural por contraposición a la artificialidad de la vida social cortesana.
La nueva generación de la clase media, que tenia nuevos sueños y de ideales opositores, se enfrentó a los ideales cortesanos y lo hizo en idioma alemán.

Se da un movimiento literario que no fue político, sino más bien social que da una transformación de la misma en un gran sentido, este no estaba posicionado en la burguesía sino en la clase media intelectual donde se identificaban por estar en situaciones parecidas.

Las clases medias se encontraban encerradas entre las puertas que les permitían superarse.

La distancia social pronunciada entre la nobleza y la burguesía, estaba condicionada por relativas estrecheses y el poco bienestar de los dos sectores.

Los signos de la exclusividad, la acentuación de lo específico y de lo diferenciador, que ya se mostraron entre los conceptos de cultura y civilización se encuentran de nuevo, como carácter propio del desarrollo alemán.
Antes de las Guerra de los 30 años y mucho después, hay un desmembramiento del territorio alemán en búsqueda de una autoafirmación.

V Ejemplos literarios de las relaciones entre la intelectualidad alemana y de la clase media y los cortesanos.

Los libros de las clases medias alcanzan éxito porque estas clases aumentan su bienestar y su conciencia en si mismas. Estos libros muestran diferencias estructurales y vitales entre las clases medias de un lado y la clase alta cortesana del otro.

Ejemplo libro Sophie.

VI Retroceso de la oposición social e intensificación de la Nacional en la contraposición entre cultura y civilización.

Caracteres humanos que marcan contradicciones sociales, dualidades contradictorias que constituyen correlación vivencia, profundada y superficialidad, sinceridad y falsedad, convencionalismos externos y virtud autentica, que es lo mismo que sucede con cultura y civilización.

Con el paulatino ascenso de la burguesía alemana de ser una clase de segundo grado a ser clase portadora de la consciencia nacional alemán y finalmente a se clase dominantes, con su cambio de ser un clase que se veía ay se legitimaba en su sublevación contra la cúspide a las otras naciones, cambio su antítesis de cultura y civilización con todo su significado y su función: de una antitesis fundamentalmente social paso a se una antitesis nacional. Por ejemplo esto pasa con la integridad y franqueza.

Los individuos de unidades sociales distintas se comportan de modo distinto, por eso en ocasiones resulta complicado entrar a un gran mundo. “la sociedad”
Las unidades sociales a las que llamamos naciones se distinguen unas de otras en gran medida en función de su forma de organizar su economía afectiva, esto es según esquemas por los cuales se modela la vida afectiva del individuo a través de una tradición que se ha hecho institucional, así como a través de la situación actual.

El alemán vive para vivir; el inglés vive para representar. El alemán vive para sí; el inglés vive para los demás

En que medida coincide este pensamiento con Eckermann y Goethe: Yo expreso abiertamente mis inclinaciones y aversiones personales, dice Eckermann. es preciso de tratar de armonizar con los demás, incluso aunque a uno no le guste” opinión de Goethe.

SEGUNDA PARTE

Socio génesis de ‹‹civilización›› en Francia

I Génesis social del concepto francés de civilización

La burguesía se convirtió en nación, el carácter de esta se constituyó con mucho de lo que había empezado siendo específicamente cortesano: las convención de estilo, las regla del trato, la de los afectos, la valoración de la cortesía, la importancia de bien hablar y de la conversación, las matizaciones del lenguaje empiezan a generar en Francia un movimiento continuo que tiene un carácter social y nacional.

La prolongada exclusión de la actividad política de la nobleza francesa a causa de la política real, la participación de los elementos burgueses en el gobierno y e la administración, así com su acceso a las mas elevadas funciones gubernativas y su influencia y ascendiente en la Corte produjeron dos consecuencias:

- un contacto social estrecho y duradero
- posibilidades de actividad política para los elementos burgueses, en la medida que maduraba la situación social (educación política mas intensa)


En Alemania la nobleza tenía un alta y decisiva importancia que no se llego a quebrar su poderío de modo tan eficaz como sucedió en Francia.

II Génesis social de la fisiocracia y del movimiento reformista francés

Situación en el siglo xviii. Las relaciones de poder y de interés, así como la estructura social en Francia habían cambiado sustancialmente (se protegía el desarrollo comercial impuestos, resguardos a cosechas, mejora de comunicaciones, rutas)

Esto hizo que aumente el capital del país como su población.
Se dieron luchas entre los grupos cortesanos para conseguir mayor poder o influencia sobre la corte en la cuales también se encontraban las tendencias reformativas.

La fisiocracia es una de las manifestaciones teóricas de estas luchas fraccionales, de reformas políticas y sociales que eran partidarios del proteccionismos, emanan de la corte y sociedad cortesana

Los funcionarios reformistas representaban un sector intelectual y de burguesía comercial.

Dos corrientes del movimiento reformista de clase media: intereses pronunciadamente librecambistas y los proteccionistas.
Los burgueses eran partidarios de las reformas y la aristocracia su exclusiva enemiga.

La panorámica general nos muestra que el hecho de que la clases burguesas tenían importancia política, que en Alemania no existía. En Alemania la intelectualidad se limita al espíritu y de las ideas, mientras que en Francia la intelectualidad se abre a cuestiones sociales, económicas, administrativas y políticas y demás problemas humanos en general.

Quesnay: Las ideas fundamentales de los fisiócratas representan la vida económica de la sociedad como un proceso mas o menos automático, circulo cerrado de producción y circulación de bienes, leyes naturales de convivencia en uso de la razón y criterio. Los gobernantes no deberían interferir en el deberían conocer la leyes pero no tratar de regularizarlas con leyes

Hay constancia de que el gobierno mas absoluto es impotente frente al dinamismo del desarrollo social y de que las medidas gubernamentales arbitrarias “antinaturales” e “irracionales” solamente consiguen desgracia y esto es por que las fuerzas sociales conocen sus leyes y fuerzas.

La Revolución industrial, logró que el hombre se considere a si mismo como a su ser social como un proceso “el ser civilizado”

El reformismo aparece vinculado a lo existente y trata de mejorarlo de forma que las medidas adecuadas e ilustradas del gobierno han de convertir la civilización falsa de nuevo a una buena y verdadera.

Todavía no se ha ejercido suficientemente la razón humana, aun no se ha terminado la civilización de los pueblo, hay obstáculos sin cuento que hasta ahora se han opuesto a los progresos de los conocimiento útiles que son los únicos que pueden contribuir a perfeccionar nuestros gobiernos, leyes, educación, instituciones y costumbres.

El ser civilizado no es una situación, es un proceso en el cual hay que seguir avanzando, en esta época se cierra una fase esencial del proceso civilizatoria en el que la conciencia de la civilización, la conciencia de la superioridad del comportamiento propio y sus materializaciones en la ciencia, en la técnica o en el arte, comienza a difundirse por toda las naciones de Occidente.


Mónica Cazar
Maestría Estudios de la Comunicación
Flacso-2009

martes, 15 de diciembre de 2009

Cómo hacer cosas con palabras.


John Langshaw Austin.

-Estudió y enseñó en Oxford la cátedra de FILOSOFÍA MORAL.•

Fue una de las principales figuras del llamado “giro linguístico” ocurrido principalmente en Inlglaterra al finalizar la Segunda Guerra Mundial, representante de la denominada “filosofía del lenguage ordinario”.

• Su carrera filosófica fue interrumpida por la Segunda Guerra Mundial, durante 6 años trabajó en los servicios de inteligencia del ejército británico y alcanzó el rango de teniente coronel.

• La filosofía del lenguaje ordinario, denota la convicción, ligeramente más específica de que el lenguaje al que debe prestarse especial atención en este tratamiento adecuado delos problemas filosóficos es el lenguaje tal como lo usa la gente en la vida ordinaria.

• Según manifiestos de Austin el estudio del uso ordinario de las palabras debe ser un método central de la filosofía.

APARTADO 1: REFERENCIAS LENGUAJE ORDINARIO:

1.- Los problemas filosóficos se deben tratar con un lenguaje claro y simple.

2.- El lenguaje es una forma de vida, no se puede considerar independientemente de las múltiples funciones que cumple en el cuadro de la vida de quienes lo emplean.

3.- Hacer filosofía es poner en claro el complejo aparato conceptual prespuesto en el empleo ordinario de palabras y expresiones que en su mayoría pertenecen a un lenguaje cotidiano.

Grandes pensadores y filósofos han abogado por esto e incluso han predicado con el ejemplo. La única tarea útil que puede llevar a cabo un filósofo es curar a sus colegas de la enfermedad profesional que los aqueja. Se refiere a que deben abstenerse de sustraer el lenguaje ordinario de sus trabajos habituales. Se habla de que los problemas filosóficos son problemas artificiales que brotan cuando impulsado por los filósofos el lenguaje sale de vacaciones.

En consecuencia un estudio detenido de el hecho con paciencia y minuciosidad permite resolver todos los problemas filosóficos genuinos relativos a aquellos aspectos ya que ATESORA la experiencia secular de la humanidad. Se plantean las interrogantes ¿Por qué apresurarse a buscar nuevas formas de discriminación conceptual sin examinar previamente las numerosas distinciones que encierra el lenguaje ordinario?


APARTADO 2: SENTIDO Y ALCANCE DEL MOVIMIENTO “LENGUAJE ORDINARIO”.

1.- Wittgestein llegó a persuadirse de que todos los problemas filosóficos son artificiales y reservó para la filosofía el papel de terminar con ellos y la exhibición del origen falso de los mismos.

- Su pensamiento parece ser tan original que la publicación de su libro que influenció con nuevas ideas dentro y fuera de Cambridge. Aquí habla de dos obras de Wittgeinstein “Tractatus” por considerar que la filosofía dice lo inefable y “Philosophical Investigations”, por considerar que lidia con dificultades que ella misma origina.


2.- Aquí se dice que las enseñanzas del nuevo Wittgenstein influyeron en filósofos de la línea oxoniana más no en Austin. El interés de los filósofos de Oxford por el lenguaje ordinario tiene antigua raíz aristotélica. Aristóteles es el inspirador de buena parte de la filosofía de Oxford.

Aristóteles es admirado por los rasgos que los distinguen de Platón, respetado por su falta de dogmatismo, su inclinación por admitir replanteos de un mismo problema y reconocer las dificultades. Por su disposición de hallar lo que contiene la verdad de las posiciones divergentes por su afán de buscar soluciones razonables mediante la clarificación analítica de las preguntas que las originan.

Cook Wilson era uno de los filósofos de Oxford más influyentes, a pesar de que no publicó ni una sola sin embargo consideraba que el lenguaje ordinario sirve por lo común como elemento de convicción corroborante (dar fuerza a la razón o la opinión de con nuevos datos) de doctrinas (conjunto de opiniones de una escuela o religión) filosóficas sólidas aunque le contraponía “el lenguaje de la reflexión”,que estimula o favorece las falacias ( pensamiento lógicamente incorrecto).

Una de sus características era su pasión por la exactitud y lucidez así como el respeto frente a los dictamenes del sentido común, actitudes que compartía con el filósofo George Moore.

Prichard también exhibe puntos de contacto con Moore, así lo demuestra su predilección por el lenguaje llano y por el rigor en la argumentación. Prichard fue tutor de Austin. Esos fueron los años formativos de Austin. Además llegó a ser un experto en Leibniz cuya filosofía estudió por varios años. Influyó de sobremanera la tradición aristotélica de Oxford y la actitud de respeto hacia el lenguaje ordinario como intento de solución de problemas filosóficos. El alfabeto del pensamiento humano tenia elementos combinados que encerraban la verdadera filosofía. Leibniz se ha vinculado a los proyectos de lenguajes formalizados que caracterizan a la lógica a partir de la segunda mitad del siglo XIX.

Para Leibniz las “características reales”, o elementos simbólicos que se asemejan en forma natural a lo simbolizado por ellos, que solo podian desarrollarse en el lenguaje artificial.

En los “Noveux Essais” Leibniz dice “Realmente pienso que los lenguajes son el mejor espejo de la mente humana y que un análisis de la significación de palabras haría conocer las operaciones del entendimiento mejor que cualquier cosa”.

John Stuart Mill fue uno de los pensadores más fecundos dentro de la tradición filosófica británica, quien exhortaba a sus colegas a observar una sana actitud de respeto hacia los lenguajes naturales. Mill decía que una de las propiedades más valiosas de un lenguaje natural es la de conservar experiencias del pasado.

Se dice que Austin no sostuvo ninguna de las dos tesis, sin embargo, algunos rasgos de su método han podido dar fundamento a interpretaciones.
Según Austin, el lenguaje natural es un punto necesario digno de atención pues asegura que las palabras que utilizamos a diario son útiles herramientas que empleamos para realizar tareas y un principio elemental es utilizar “herramientas limpias”, es decir, saber qué queremos decir, y que no queremos decir y estar precavidos en las trampas que nos tiende el lenguaje.

Se puede sostener que Austin no pretende que el lenguaje natural sea el punto de partida necesario y en determinado momento de su evolución filosófica, Austin defendió una tesis que sustenta que toda distinción existente en el lenguaje común tiene una razón de ser (toda distinción verbal corresponde a una distinción conceptual).También aseguró que el lenguaje lleva sin duda lleva la experiencia y el ingenio heredados a través de varias generaciones pero puede ser completado, mejorado y superado.

No se puede atribuir a Austin el canonizar al lenguaje ordinario y despreciar el lenguaje técnico y no tiene un método privilegiado para llevar a relevamiento preliminar pero si apoyaba el uso del diccionario para inventariar las palabras relacionadas con el problema. Los trabajos de Austin, testimonian el reconocimiento del valor que tienen los análisis minuciosos de giros y fórmulas del lenguaje ordinario que están ligados a problemas que han preocupado a los filósofos, sin embargo no tuvo problema en admitir que la utilización de sus logros para atacar problemas filosóficos fueran algo secundario.

Wittgeinstein y Austin se distinguen en lo que concierne al motivo de su interés por el lenguaje ordinario. Para Witgeinstein, es importante comprender el funcionamiento del lenguaje ordinario porque los problemas nacen de confusiones e incomprensiones del uso del mismo.

Para Austin, el estudio del lenguaje ordinario constituye un fin en si mismo y sus conquistas asi alcanzadas ayudar a resolver los llamados problemas filosóficos auqneu como una consecuencia no buscada deliberadamente. Tampoco Austin adopto una actitud despectiva frente al lenguaje técnico su actitud apuntaba a los inevitables empantamientos o cuando transitamos varias veces sobre los mismos caminos que otros filósofos ya transitaron. Aseguraba que lo mejor era intentar nuevos caminos, prestar atención a nuevos detalles y considerar lo que no fue considerado.

Como solución a la simplificación, es necesario plantearse problemas, examinar casos, analizar argumentos para poner en claro la situación, así se advierte el trabajo cooperativo.

Las expresiones como “prometo devolverte el libro”, para Austin al pronunciarlas, llevamos a cabo una acción que no debe confundirse con la acción de pronunciarlas. Hacemos algo más que decir algo el algo más es la acción de prometer.

Se advierte que las “expresiones constatativas” están sujetas también a condiciones necesarias que tienen que ver con su funcionamiento feliz tal como ocurre con las realizativas y que a su vez las realizativas no deben satisfacer las condiciones generales de funcionamiento feliz sino que también parecen requerir cierta conformidad con los hechos.

Nómina de trabajos: 20 obras escritas. Entre las más populares están “Other Minds” de 1946, “Philosophical Papers”, de 1961, “Sense and Sensibilia”, y la que explicaré a continuación “How to do things with words”.

Consciente que los gramáticos han señalado que no todas las oraciones son enunciados hay también preguntas, exclamaciones y oraciones que expresan órdenes, deseos o permisiones y los filósofos no se han propuesto negarlo.

Como Kant quien fue el primero en sostener sistemáticamente sinsentidos estrictos lo que ha sido beneficioso por poco sistemática que sea su clasificación.
Los enunciados se formulan para registrar o suministrar información directa acerca de hechos las “proposiciones éticas” persiguen manifestar emociones o prescribir conducta o influirla.

Existen palabras desconcertantes que se incluyen en enunciados, no sirven para describir o añadir ninguna característica adicional por lo tanto cuando se pasa por alto estas posibilidades tal como era común antes se llama “falacia descriptiva”. Confusiones entre la doctrina y el método filosófico lo que más tarde sería una revolución.Austin aclara que no todos los enunciados verdaderos o falsos son descripciones ahí introduce la palabra “constatativos”.

REALIZATIVO:

Expresiones lingüísticas que se disfrazan. Los ejemplos del barco, de la apuesta, del juramento y del reloj, los denominó realizativos que indica que emitir una expresión es realizarla y que no se concibe únicamente como decir algo puede ocurrir que la expresión quiera informar, pero en todos estos casos estoy realizando acciones.

Clases de realizativos: Expresiones contractuales o declaratorias existen para distintas expresiones pero no existe ninguna palabra para el uso corrriente que abarque a todas, la que más se aproxima es “operative” que significa “eficaz” o “conducente”.

Los abogados utilizan esta palabra para aludir a aquellas clausulas de un instrumento que sirve para realizar una transacción.
DECIR Y HACER: Continuamos con el ejemplo de bautizar y apostar. Según Austin se puede realizar un acto del mismo tipo sin tener que hablar sino de otra manera, como lanzar una moneda indicando una apuesta, porque se podría decir que apostar es decir unas pocas palabras.

La realización de esa expresión es la finalidad que persigue la expresión pero dista de ser la unica cosa necesaria para considerar que el acto se ha llevado a cabo pues las circunstancias en que las palabras se expresan deben ser apropiadas. Por ejemplo, para bautizar el barco es necesario que yo sea la persona designada para ello, reuna los requisitos etc, los mismo para llevar a cabo una apuesta, que sea aceptada por el otro.

Realizativos Intimidatorios: Te prometo, palabras que según Austin deben ser dichas con seriedad y tomadas de la misma manera. Austin se pregunta que es lo que decimos cuando acerca de estas expresiones cuando uno de los hechos esta ausente? No decimos que la expresión es falsa sino más bien que el acto es nulo. Y cuando falta la intención la denomina de mala fe pero no es enunciado erroneo.

Además de pronunciar un realizativo es obvio que otras cosas deben andar bien para poder decir que la acción fue ejecutada con éxito. Austin desea descubrir los tipos de casos en que las cosas salen mal y como consecuencia de ello el acto es un fracaso, y la expresión no es en realidad falsa sino desafortunada, por ello llamara a esta doctrina de los infortunios.

CONFERENCIA II:

A.1) Procedimiento convencional que posea un efecto convencional debe incluir la emisión de ciertas palabras por parte de ciertas personas en ciertas circunstancias.

A.2) Las personas y circunstancias particulares deben ser apropiadas para recurrir a un procedimiento particular.

B.1) El procedimiento debe llevarse a cabo por todos los participantes en forma correcta.

B.2) En todos sus pasos.

R.1) Quienes participen deben tener en los hechos tales pensamientos o sentimientos o los participantes deben estar animados por el propósito de conducir de la manera adecuada.

R.2) Los participantes deben comportarse efectivamente en su oportunidad.

- Si violamos una de estas 6 reglas nuestra expresión será infortunada. En las reglas A y B, no estamos en situación de asumir el cargo porque ocupamos un cargo incompatible o porque quien recibe nuestro juramento no es ministro, entonces el acto en cuestión no es realizado satisfactoriamente y no se lleva a cabo.

- Cuando digo prometo sin intencion de cumplir esta distinción la llamaremos “desaciertos”.

- Abusos a esos infortunios de tipo R cuando el acto es llevado a cabo.

- Desacierto el procedimiento queda rechazado y el acto de jurar resulta nulo o carente de efecto – por ello nos referimos como un acto intentado o intento.

- Casos R nos referimos al acto desafortunado llamandolo “pretendido” o “hueco”.

- Los casos A y B. En los A, se da una mala apelación de un procedimiento sea porque no hay procedimiento o porque el mismo no puede hacerse valer en la manera que se intento. Por ello, los infortunios de la clasificacion A se denominan Malas aplicaciones.

- B existe el procedimiento y es aplicable pero fallamos en su ejecución del rito con consecuencias calamitosas por ello los casos B se llaman malas ejecuciones porque el acto esta afectado porque no se llevo a acabo en forma completa.

- B1 es de los actos viciados y la clase B2 de los inconclusos.

No todo rito está expuesto a las formas de infortunio, pues los actos convencionales como apostar pueden ser realizados por medios no verbales.

La obsesión de los juristas y las expresiones de los actos jurídicos sean enunciados verdaderos impiden que muchos juristas vean esto con mayor claridad.

Muchos de los actos de la etica tienen carácter general y estan expuestos a infortunios.

MONICA QUIROLA.
TEORIA SOCIAL
FLACSO 2009

lunes, 14 de diciembre de 2009

La Distinción Criterios y bases sociales para el gusto




I. Bourdieu y su tiempo

(1930-2002) Trayectoria formativa: Estudios en Filosofía en la Escuela Normal Superior (1794). Trabajo en Argelia (1958-1960).

Influencia ideológica: Marx y Engels (relaciones de poder y la economía) Durkheim y Weber (sociología clásica); Sasure y Levy-Strauss (estructuralismo); Raymond Aron (sociología alemana e historicismo: actuación de intelectuales en la izquierda); y,
Passeron (historicismo y profesión del sociólogo).

Obras relevantes: Los intelectuales y el poder ()1976); Homo Academicus (1984); La miseria del mundo (1993).

II. la Teoría social clásica
• Estructura social
• y objetivismo

III. La superación teórica

HABITUS
• ACTUACIÓN CONDICIONADA POR LA POSICIÓN EN LA ESTRUCTURA SOCIAL
• LA ACUMULACIÓN DE CAPITAL ES ASIMÉTRICA

CAMPO
• ESPACIO SOCIAL DEFINIDO POR LA VALORACIÓN DE HECHOS SOCIALES.
• EXISTEN RELACIONES DE PODER Y DOMINACIÓN DE ACUERDO A LA ASIMETRÍA DE ACUMULACIÓN DE CAPITAL

CAPITAL
• CAPITAL ECONÓMICO Y CAPITAL SIMBÓLICO.
• IDENTIFICA LA POSIBILIDAD DE TRANSFORMACIÓN.

VII. IDEAS CENTRALES

HABITUS/DISTINCIÓN CULTURAL
• RELACIONES ENCUBIERTAS DE DOMINACIÓN.
• POSIBILIDADES DE TRANSFORMACIÓN SOCIAL.

CONSUMO/CAMPUS
• AFÁN/POSIBILIDAD DE RECONOCIMIENTO-APROPIACIÓN
• AFÁN/POSIBILIDAD DE OSTENTACIÓN-APROPIACIÓN

CAPITAL
• SOLO SIMBÓLICO QUE REAL
• SIMBÓLICO/REAL
• MÁS REAL QUE SIMBÓLICO

Raymond Aron.

"El marxismo es un elemento esencial del opio de los intelectuales porque su doctrina de la inevitabilidad histórica lo aísla de poder ser rectificado por algo tan trivial como la realidad de los hechos"

LUIS ÁVILA
TEORIA SOCIAL
FLACSO 2009

martes, 8 de diciembre de 2009

Cómo hacer cosas con palabras.


John Langshaw Austin

El texto de Austin recoge 12 conferencias dadas en la Universidad de Harvard, que constituyen la base para este libro que no fue redactado por el autor. El texto es fruto, entonces, de notas del autor, de grabaciones magnetofónicas y de apuntes de colegas y estudiantes.

Las dos primeras conferencias tratan la distinción entre los enunciados a los que Austin denomina constatativos (constatives), y los realizativos (performatives).

En sus dos primeras conferencias, Austin examina aquellos actos a los cuales llama infortunios, es decir expresiones desafortunadas.

En el capítulo III Austin expone en qué consisten los casos de “infortunio”, en relación con los procedimientos adecuados y las circunstancias apropiadas. Y revisa como ejemplos casos en los que faltó un procedimiento o éste no fue aceptado. El ejemplo que da es la expresión “Me divorcio de ti” dicha por un católico, puesto que en su religión el divorcio no existe, sino solo la anulación. Una expresión en “circunstancias inapropiadas” sería: “te ordeno que hagas tal cosa” en circunstancias en que quien emite la orden no tiene autoridad para hacerlo. Un ejemplo un acto de habla expresado con un procedimiento llevado a cabo “defectuosamente o en forma incompleta” (Austin, 1955: 23)3 sería el intento de bautizar a un perro, o la frase “estaré allí” sin especificar nada más.

En cuanto a las circunstancias, un ejemplo es la frase “te designo para tal cargo”, cuando el cargo no está disponible, ya fue nombrada la persona en mientes o quien designa no tiene facultad para ello. Otro ejemplo es el de entregar un obsequio y considerar que fue suficiente el enviarlo para considerarlo por recibido, o si era necesaria la aceptación explícita. La pregunta que al respecto se formula Austin es si los “los actos pueden ser unilaterales” (Ibíd.: 25). Finalmente, da ejemplos de cómo los “tipos de Infortunio pueden superponerse, y por lo general, ellos se superponen con los Malos Entendidos —un tipo de infortunio al que probablemente están expuestas todas las expresiones— y con los Errores” (Ibíd.)

En la cuarta conferencia Austin estudia la relación “entre la expresión realizativa y enunciados de tipo diverso que ciertamente son verdaderos o falsos”. Esta relación se vuelve compleja pues en los participantes están presentes sentimientos, pensamientos, intenciones, que constituyen elementos para volver imprecisas sus expresiones, lo cual torna difícil el distinguirlas,

Ejemplos de esos casos son las frases:

“ «Te felicito», dicho cuando no me siento en absoluto complacido y, quizá,

me siento fastidiado.”

“«Lo declaro inocente» o «lo absuelvo» dicho cuando creo que la persona en

cuestión es culpable.”

“«Te prometo», dicho cuando no me propongo hacer lo que prometo.” (Ibíd.: 27 y 28)


Su análisis le lleva a preguntarse si para “explicar qué es lo que puede andar mal con los enunciados” es suficiente con mirar la “proposición en juego (sea

lo que esto fuere)” (Ibíd.: 35) o si conviene, más bien, “considerar la situación total en que la expresión es emitida —el acto lingüístico total— para poder ver el paralelo que hay entre los enunciados y las expresiones realizativas, y cómo unos y otros pueden andar mal”. Y es a partir de este razonamiento que introduce su duda sobre si “en verdad, no hay una gran diferencia entre los enunciados y las expresiones realizativas” (Ibíd.: 35), o, como lo dice más adelante, si “al menos de alguna manera, existe el peligro de que se borre la distinción entre expresiones realizativas y expresiones constatativas, que ensayamos al comienzo.“ (Ibíd.: 37).

En las siguientes conferencias Austin analiza este problema y se pregunta si “¿hay alguna forma precisa de distinguir la expresión realizativa de la expresión constatativa?”. Para emprender en este ejercicio se interroga si pudieran ayudarle la existencia de criterios gramaticales, como el uso de ciertas formas verbales, o criterios de vocabulario, como el uso de “ciertas palabras o giros” que podrían servir como una prueba para determinar si estamos frente a un realizativo o no.

Concluye que no hay criterios absolutos a este respecto, y que tampoco sería posible enumerarlos todos. Además, afirma que “es muy común que la misma oración sea empleada en diferentes ocasiones de ambas maneras, esto es, de manera realizativa y constatativa.” (Ibíd.: 45). Sin embargo, sugiere que una posibilidad –aunque imperfecta- sería la de distinguir los realizativos que son explícitos de los realizativos primarios. Los primeros serían “el resultado de la evolución natural” de los segundos “a medida que el lenguaje y la sociedad se han desarrollado” (Ibíd.: 55).

Austin entiende por realizativos explícitos expresiones como: pido disculpas, critico o censuro. También advierte que una expresión realizativa puede ir acompañada por otros recursos lingüisticos primitivos como el modo verbal (de orden, exhortación, permiso):

“Ciérrela, hágalo”, se asemeja al realizativo “le ordeno cerrarla”.

“Ciérrela, yo lo haría”, se asemeja al realizativo “le aconsejo cerrarla”.

“Ciérrela, si quiere”, se asemeja al realizativo “le permito que la cierre”.

“Muy bien, entonces ciérrela”, se asemeja al realizativo “consiento que la cierre”. O podemos usar verbos complementarios:

“Puede cerrarla”, se asemeja al realizativo “le doy permiso para que la

cierre” o “consiento que la cierre”.

“Tiene que cerrarla” se asemeja al realizativo “le ordeno, le aconsejo, que la cierre”.

“Debería cerrarla”, se asemeja a “le aconsejo que la cierre”. (Ibíd.: 49).

el tono de voz (amenazante, pregunta, exclamación):


¡Se dispone a atacarnos! (advertencia)

¿Se dispone a atacarnos? (pregunta)

¿¡Se dispone a atacarnos!? (protesta) (Ibíd.)

Y expresiones como adverbios y frases adverbiales (estaré allí, probablemente; sin falta) y partículas conectivos (con todo, por tanto, además). También, elementos que acompañan a la expresión como gestos, movimientos corporales (guiños, cruzar los brazos, fruncirse). Y las circunstancias de la expresión: “viniendo de el, lo tome como una orden, no como un pedido” (Ibíd.: 51).

Con sus reflexiones, es mi apreciación, Austin expresa nuevamente cuán equívoco es el lenguaje y cuánta dificultad hay en su uso.

Actos locucionarios, ilocucionarios y perlocucionarios

En la conferencia VIII Austin se propone facilitar la distinción entre las expresiones realizativas y las constatativas. Arranca con la afirmación que “decir algo es hacer algo, o que al decir algo hacemos algo e, incluso que porque decimos algo hacemos algo”. Ejemplos de ello son el emitir ruidos, nombrar ciertas palabras en una determinada construcción y con determinado significado.

Entonces, el acto de “decir algo” con cierto sentido y referencia es, para Austin, un acto locucionario.

A su vez, en los actos locucionarios distingue entre los actos fonéticos (emitir ciertos ruidos); fáticos (emisión de ciertos términos o palabras, es decir ruidos de ciertos tipos, pertenecientes a vocabularios); y los réticos (usar esos términos con ciertos sentidos). Los fáticos son también actos fonéticos e imitables (“Juan dijo «el gato está sobre la alfombra»”). Los réticos son lo que Austin llama (discurso indirecto): (“Juan dijo que el gato estaba sobre la alfombra”). Se puede usar en lugar de dijo que, indicó, aconsejó, dio las gracias, etc. Los actos réticos suelen hacer referencia a algo o alguien (discurso indirecto). En los actos réticos el “sentido y la referencia (nombrar y referirse), son en sí actos accesorios realizados al realizar el acto rético” (Ibíd.: 64)

Los actos ilocucionarios los define Austin como “llevar a cabo un acto al decir algo, como cosa diferente de realizar el acto de decir algo” (Ibíd.: 65). Más adelante los caracteriza como aquellos actos con “cierta fuerza convencional”.

Los actos perlocucionarios los conceptúa como el “decir algo [que] producirá ciertas consecuencias o efectos sobre los sentimientos, pensamientos o acciones del auditorio, o de quien emite la expresión, o de otras personas. Y es posible que al decir algo lo hagamos con el propósito, intención o designio de producir tales efectos” (Ibíd.: 66). Son actos en los que usamos verbos como persuadir, sorprender, convencer, etc.

Ejemplo:

Acto locucionario: Me dijo: “No puedes hacer eso”.

Acto ilocucionario: Él protestó porque me proponía hacer eso.


Acto perlocucionario: Él me contuvo; Él me refrenó; Él me volvió a la realidad: Él me fastidió.

En el mismo capítulo Austin plantea la distinción entre sentido y referencia dentro del significado (Ibíd.: 66). Lo hace por considerar que las “expresiones “significado” y “uso de una oración” pueden hacer borrosa la diferencia entre los actos locucionarios e ilocucionarios” así como “hablar del “uso” del lenguaje puede, de igual modo, hacer borrosa la distinción entre el acto ilocucionario y el perlocucionario.” Porque hay usos “convencionales” y de otra clase.

Para diferenciarlos señala que el “uso del lenguaje” para prometer o advertir parecen ser lo mismo que el uso del lenguaje para persuadir, excitar o alarmar. Pero no lo es pues en el primer caso su uso es “convencional” y puede ser explicado como un realizativo. Se puede decir: “te prometo que” o “te advierto que”; pero no se puede decir “te persuado que” o “te alarmo que”.

Además de ese uso hay otros como para bromear, para la poesía o usos que Austinl llama parásitarios.


En el capítulo IX Austin avanza en la clarificación de la distinción de los tres actos de habla. Resume el debate que ha planteado de la siguiente forma:


“En primer lugar distinguimos un grupo de cosas que hacemos al decir algo.

Las agrupamos expresando que realizamos un acto locucionario, acto que en forma aproximada equivale a expresar cierta oración con un cierto sentido y referencia, lo que a su vez es aproximadamente equivalente al “significado” en el sentido tradicional. En segundo lugar, dijimos que también realizamos actos ilocucionarios, tales como informar, ordenar, advertir, comprometernos, etc., esto es, actos que tienen una cierta fuerza (convencional). En tercer lugar, también realizamos actos perlocucionarios; los que producimos o logramos porque decimos algo, tales como convencer, persuadir, disuadir, e incluso, digamos, sorprender o confundir. Aquí tenemos tres sentidos o dimensiones diferentes, si no más, de la expresión el “uso de una oración” o “el uso del lenguaje” (y, por cierto, también hay otras). Estas tres clases de “acciones” están sujetas, por supuesto simplemente en cuanto tales, a las usuales dificultades y reservas que consisten en distinguir entre el intento y el acto consumado, entre el acto intencional y el acto no intencional, y cosas semejantes.” (Ibíd.: 71)


En su intención de diferenciar los actos locucionarios de los perlocucionarios Austin propone distinguir las “consecuencias” y los efectos. Porque, dice, es posible que alguien me disuada porque me entrega una información y sin ninguna intención. Y lo asemeja al hecho inverso: “la realización de una acción cualquiera (incluso la expresión de un realizativo) tiene por lo común como consecuencia hacernos, y hacer a otros, conscientes de los hechos” (Ibíd.; 72, nota al pie).


Desde esta perspectiva, el acto perlocucionario “produce consecuencias”, en tanto que el ilocucionario no es una “consecuencia” del acto locucionario, sin embargo, “el acto ilocucionario no se habrá realizado en forma feliz o satisfactoria” a menos que se obtenga cierto efecto, lo cual no quiere decir “que el acto ilocucionario consiste en lograr cierto efecto” (Ibíd.: 75). Por efecto, Austin entiende el “provocar la comprensión del significado y de la fuerza de la locución. Así, realizar un acto ilocucionario supone asegurar la aprehensión del mismo.“

Adicionalmente, recomienda distinguir las acciones que “poseen un objeto perlocucionario (convencer, persuadir) de aquellas que sólo producen una secuela perlocucionaria. Podemos decir, entonces, “traté de prevenirlo pero sólo conseguí alarmarlo” (Ibíd.: 76). Es necesario señalar que Austin sostiene que “es característico de los actos perlocucionarios que la respuesta o la secuela que se obtienen pueden ser logradas adicionalmente, o en forma completa, por medios no locucionarios. Así, se puede intimidar a alguien agitando un palo o apuntándole con un arma de fuego. Incluso en los casos de convencer, persuadir, hacerse obedecer, y hacerse creer, la respuesta puede ser obtenida de manera no verbal.” (Ibíd.: 77).


Además, “hablando en forma estricta, no puede haber un acto ilocucionario a menos que los medios empleados sean convencionales, y por ello los medios para alcanzar los fines de un acto de ese tipo en forma no verbal tienen que ser convencionales. Pero es difícil decir dónde comienza y dónde termina la convención” (Ibíd.: 77).

Aquella duda sobre si cabe distinguir ente los constatativos y los realizativos, que la planteó en el capítulo IV la examina con mayor amplitud en la conferencia XI. Se interroga si a la luz de la discusión esta distinción es realmente fundada. Porque “cada vez que «digo» algo (salvo, quizá, cuando emito una mera exclamación tal como «pfff» o ¡caramba!) realizo conjuntamente actos locucionarios e ilocucionarios. Estos dos tipos de actos parecen ser, precisamente, los medios que intentamos usar para trazar una distinción, bajo la denominación de «hacer» y «decir», entre los realizativos y los constatativos.” (Ibíd.: 86)

Precisa, entonces, que “cuando enunciamos algo 1) estamos haciendo algo y, a la vez, diciendo algo, sin que ambas cosas se confundan, y 2) nuestra expresión puede ser afortunada o desafortunada (a la par que, si se quiere, verdadera o falsa).” (Ibíd.: 86).

Por ello, conforme al primer punto, “enunciar algo es realizar un acto ilocucionario”. Por supuesto no se refiere a realizar un acto físico, a no ser el movimiento corporal para producir la voz. Sin embargo, un enunciado como “está lloviendo” está enunciando un hecho y se halla en el mismo nivel que el de argüir, apostar o prevenir.

Otra expresión como “enuncio que X no lo hizo” es igual a la frase “X no lo hizo” y equivale o se halla en el mismo nivel que “arguyo, sugiero o apuesto que X no lo hizo”. Por ello, “no hay necesariamente un conflicto entre a) el hecho de que al emitir nuestra expresión hacemos algo, y b) el hecho de que nuestra expresión es verdadera o falsa.” (Ibíd.: 88)


Con respecto al segundo punto, Austin señala que los enunciados “están expuestos a todos los tipos de infortunio a que están expuestos los realizativos” tanto a los insinceros como a los de incumplimiento, a los que tornan un acto nulo o sin valor, a los actos viciados y a los inconclusos, que el autor tipifica en el cuadro de la segunda conferencia. De lo dicho concluye que lo que cabe no es estudiar solo la oración sino el acto de “emitir una expresión en una situación lingüística” lo cual evidencia que “se hace muy difícil dejar de ver que enunciar es realizar un acto. Además, si comparamos el enunciar con lo que hemos dicho acerca del acto ilocucionario, vemos que aquel (…) exige de manera esencial que “aseguremos su aprehensión” (Ibíd.: 90). Más adelante recomendará que tal análisis considere el contexto.

Así, cabe afirmar que “los enunciados «tienen efecto» tal como lo tiene, por ejemplo, el bautizar un buque.” Y que “aunque un enunciado no reclama quizá respuesta, de todos modos ello no es esencial para que haya un acto ilocucionario. Y por cierto que al enunciar estamos o podemos estar realizando actos perlocucionarios de todo tipo”. Por ello apenas se puede señalar que “no hay ningún objeto perlocucionario específicamente ligado al acto de enunciar” (Ibíd.: 90).

Respecto de los realizativos, Austin considera necesario preguntar “1) si al menos en muchos casos no cabe una apreciación igualmente objetiva de otras expresiones libres de infortunios, que parecen ser típicamente realizativas; y 2) si nuestra explicación de los enunciados no simplifica excesivamente las cosas.” (Ibíd.: 91).

Para explicar su inquietud pone el ejemplo de los actos de estimar, decidir o declarar. Se puede estimar acertada o erróneamente; decidir correcta o incorrectamente, y declarar oportuna o inoportunamente. Por ello, y en esta misma línea, “determinar si un elogio o una censura son merecidos es completamente distinto de determinar si son oportunos. Cabe hacer la misma distinción respecto de los consejos.” (Ibíd.: 91 y 92). Es dable entonces –se pregunta- asegurar que ¿”cuando afirmamos que alguien ha enunciado con verdad formulamos una apreciación de distinto tipo que cuando decimos que alguien ha argumentado con fundamento, que ha aconsejado bien, que ha juzgado en forma razonable o que ha censurado justificadamente?” (Ibíd.: 92). Su pregunta alude a que aquellas expresiones fácilmente pueden ser consideradas actos, realizativos.

Por lo expuesto Austin señala la importancia del contexto, para el análisis de los actos de habla. En este mismo sentido, Austin sostiene que “la verdad o falsedad de un enunciado no depende únicamente del significado de las palabras, sino también del tipo de actos que, al emitirlas, estamos realizando y de las circunstancias en que lo realizamos” (Ibíd.: 94). De allí se pregunta si cabe mantener la distinción entre las expresiones realizativas y las constatativas. Y su respuesta es que cuando emitimos una expresión constatativa, “nos concentramos en el aspecto locucionario” y “empleamos una noción demasiado simple de correspondencia con los hechos”. Y cuando expresamos una frase realizativa “nuestra atención se concentra al máximo en la fuerza ilocucionaria, con abstracción de la dimensión relativa a la correspondencia con los hechos.” (Ibíd.: 94).

Para aclarar su posición señala que quizás el problema radique en el hecho de que son abstracciones: “el acto locucionario, en igual medida que el ilocucionario, sólo es una abstracción: todo acto genuino es ambas cosas a la vez” (Ibíd.: 95), por ello recomienda apreciarlas en un desarrollo histórico.

Con esta base, su conclusión es que hay que “distinguir entre actos locucionarios e ilocucionarios, y b) establecer con criterio crítico y en forma especial, con respecto a cada tipo de acto ilocucionario —advertencias, estimaciones, veredictos, enunciados y descripciones— cuál fue la manera específica en que se los quiso realizar, para saber si están o no en regla, y si son “correctos” o “incorrectos”. Además hay que establecer qué palabras de aprobación o desaprobación se emplean para cada uno de ellos y qué es lo que ellas significan.” (Ibíd.: 95)


Finalmente, en la conferencia XII, la última, Austin concluye lo siguiente:

“A) El acto lingüístico total, en la situación lingüística total, constituye el único fenómeno real que, en última instancia, estamos tratando de elucidar.

B) Enunciar, describir, etc., sólo son dos nombres, entre muchos otros que designan actos ilocucionarios; ellos no ocupan una posición única.

C) En particular, ellos no ocupan una posición única en cuanto a estar relacionados con los hechos según una única manera con arreglo a la cual serían verdaderos o falsos. Porque, salvo por virtud de una abstracción, que es siempre posible y legítima para ciertos fines, «verdad» y «falsedad» no son nombres de relaciones, cualidades, o lo que sea, sino que apuntan a una dimensión de apreciación. Estos términos se usan para indicar en qué medida las palabras satisfacen los hechos, sucesos, situaciones, etc., a los que ellas se refieren.

D) Por ello mismo, el contraste familiar entre lo «normativo o valorativo» por un lado, y lo fáctico por otro, como tantas otras dicotomías, tiene que ser eliminado.

E) Estamos autorizados a sospechar que la teoría del «significado”, como equivalente a “sentido y referencia», ha de requerir por cierto algún desbroce y reformulación sobre la base de la distinción entre actos locucionarios e ilocucionarios (…) [a la cual solo la ha esbozado]. Reconozco que no he hecho bastante: he aceptado el viejo par de conceptos «sentido” y «referencia» bajo el influjo de las opiniones corrientes. Destaco, además, que he omitido toda consideración directa de la fuerza ilocucionaria de los enunciados.” (Ibíd.: 96 y 97)

Y acaba su texto con una lista no de los verbos realizativos explícitos que había prometido en lecciones anteriores, sino con “una lista de las fuerzas ilocucionarias de una expresión” que incluye la siguiente tipología de verbos, que el autor la explica brevemente.

“1) Verbos de judicación, o judicativos.

2) Verbos de ejercicio, o ejercitativos.

3) Verbos de compromiso, o compromisorios.

4) Verbos de comportamiento, o comportativos (¡perdón por el horroroso

neologismo!)

5) Verbos de exposición, o expositivos.” (Ibíd.: 98)


Clasificación de los verbos

Los judicativos son los que indican un juicio, un veredicto, una sentencia, aunque no sean definitivos o constituyan una apreciación y hasta una evaluación (considero o juzgo, entiendo que, lo veo como).

Los ejercitativos se refieren al “ejercicio de potestades, derechos o influencia” (designar, votar, ordenar, instar, aconsejar, prevenir, nombrar). Calificar, sin embargo, que es potestad de un profesor, ¿qué es; una evaluaciòn y por tanto un judicativo, o un ejercitativo, el ejercicio de una potestad?

Los compromisorios aluden a prometer o comprometer: “lo comprometen a uno a hacer algo”, al menos el anuncio de la intención (me empeño, doy mi palabra, me comprometo, estoy de acuerdo).

Los comportativos tienen que ver con las actitudes y con el comportamiento social (pedir disculpas, felicitar, elogiar, dar el pésame, maldecir y desafiar, saludar).


Los expositivos son “recursos que utiliza un expositor. Por ejemplo, “contesto”, “arguyo”, “concedo”, “ejemplifico”, “supongo”, “postulo”.

Los comportativos y los expositivos son para Austin de difícil clasificación, tanto por su heterogeneidad como por su número e importancia. Además, porque podrían ser considerandos de las otras dos clases, pese a que son diferentes de una manera que Austin no ha podido aclararse ni para si mismo, según su propia confesión. Por lo cual “bien podría decirse que todos los aspectos están presentes en todas las clases.”


Concluyo con esa frase que para mi sintetiza el texto de Austin, no tanto en el contenido estricto, sino en la organización del libro, como una exposición, muy crítica, en la cual el autor debate consigo mismo, se auto rebate con el afán de clarificar su posición y, a la final concluye con un cierto relativismo que para mi es importante rescatar, en tanto señala la ausencia de todo esencialismo en la interacción comunicativa. Recupera toda la equivocidad de los actos de habla y, por ello, tanto su riqueza como la dificultad de la interpretación y de la comunicación. Lo cual señala la necesidad de que la comprensión de los significados dependen, al menos, tanto de la situación, del contexto y de las circunstancias en que se producen los actos de habla.

Desde este enfoque, acaso, ¿el estudio de Austin se ubica en la misma línea de la bajtiniana, en el sentido del origen social y cultural del lenguaje?; ¿introduce, quizá, la figura del “emisor” como protagónica en la interacción comunicativa?; ¿al relievar la comprensión, establece un vínculo con la hermenéutica?

Referencias
Austin J. L. 1955, Como hacer cosas con palabras, Escuela de Filosofía Universidad ARCIS, en www.philosophia.cl

CONSUELO ALBORNOZ
TEORIA SOCIAL FLACSO BLOG
2009